Hoy quizá
más que nunca buscamos la salud en los libros y en las revistas: en
ellos aprendemos sobre medicina y nos formamos un concepto propio de salud.
¿Cómo no vamos a recomendarlos como terapia, si es probablemente donde más
información sobre salud hay?
La lectura
puede ser terapéutica: eso depende de lo que yo escriba, de mi intención de escritor, y también
de lo que tú, que me estás leyendo, puedas interpretar de mis palabras
escritas. Con mis palabras puedo producir placebo o nocebo, ayudarte a resolver
un problema de salud o complicarte la vida. Escribír y leer es una forma de
comunicarse, de entenderse, de trasmitir conocimiento y ánimos.
A través de
la lectura, es el paciente el que afronta la situación y comprende, e
interpreta lo que se escribe. De lo que sea capaz de interpretar y de poner
en práctica dependerá su curación.
Es bueno que
el paciente lea, que aprenda sobre su salud y su enfermedad, cuidados y
tratamiento, que lea los consentimientos informados y los prospectos, y luego
tome sus decisiones. No es razonable que el terapeuta desaconseje leer los
prospectos o la información disponible en las bibliotecas o en internet. La
lectura y la reflexión son importantes para la salud.
En los niños
la lectura ayuda a construir su confianza y autoestima, a superar depresiones y duelos, y a elegir estilos
de vida saludables. Aporta ideas sobre cómo cuidarse y resolver la enfermedad.
CRIBAR LA INFORMACIÓN
Hoy día las
posibilidades de tener a mano los libros se han multiplicado enormemente. Se
puede tener acceso a las mejores bibliotecas del mundo y consultar miles de
revistas y publicaciones médicas, así como una abundante, literatura. Se
abre un mundo inmenso para explorar, pero hay que buscar dónde está exactamente
lo que uno necesita para su salud.
La respuesta
está en los libros, pero en
algunos casos eso es como decir que está en la selva o en la montaña cuando uno
nunca ha estado ahí y lo que necesitaría, probablemente, es un guía. Ahora
bien, conforme uno va explorando selvas, montañas y bibliotecas, se va
convirtiendo en su propio guía, con capacidad de ayudar a los demás.
RECOMENDACIONES
• A través
de los libros se puede adquirir salud, autoestima, habilidades sociales,
técnicas de terapia, salud mental… Pero las posibilidades de comunicación y aprendizaje
que hoy brinda la lectura están aún por explorar. Estamos ante nuevos retos de
conocimiento y no hay que dejar nunca de buscar nuevos caminos.
• Para que
un médico pueda tratar o emplear los libros como terapia, el paciente debe
poder implicarse a nivel personal con lo que explican.
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