”No voy a premiar a mi hijo por estudiar. Es su obligación”;
“¿Felicitar a mi comercial por su trabajo?; por ahora no lo haré, podría
relajarse”;”¿Por qué he de decirte que está rico? Ya lo sabes, siempre lo
está”. Ciertamente nos desenvolvemos en un mundo en el que los halagos y
las palabras de reconocimiento son muy difíciles de escuchar… Todavía son
muchos los opinan que no son tan necesarias. Pero ¿de verdad esto es así?
Pues según parece, quien así piensa se equivoca. La investigación ha
demostrado de manera contundente que los halagos y palabras de gratitud y
reconocimiento generan emociones muy positivas y un enorme bienestar.
Y no solo eso, también mejoran la motivación, potencian las capacidades,
el aprendizaje, razonamiento y la autoestima. Además, estudios de empresa
demostraron que mejoran la productividad, la resistencia al cansancio, la
creatividad y el trabajo en equipo. Está claro. Hoy no es posible
concebir el desarrollo de la persona al margen de las emociones, ni tampoco
de las palabras, aunque muchos piensen lo contrario.
La falta de reconocimiento acaba alterando el estado emocionalSin embargo,
a pesar de las evidencias, la proporción de felicitaciones y reconocimientos
sigue siendo insignificante en comparación con las veces que detectamos
fallos. Eso se nos da fenomenal; pero halagar nos cuesta mucho más. Los
especialistas coinciden. Queda mucho por hacer; seguimos sin ser conscientes
de la importancia de hacer halagos o expresar gratitud.
¿Conocemos realmente las consecuencias de no halagar a los demás?
La investigación no deja dudas. Se ha demostrado que la falta de
reconocimiento acaba alterando el estado emocional. Estudios con empleados
demostraron que genera desconcierto, inseguridad, enfado, ansiedad e
incluso depresión.
Deteriora también la autoestima. Y por si fuera poco, estudios
realizados en entornos educativos demostraron que acaba generando apatía,
falta de estímulo y motivación; ausencia de creatividad e innovación.
Y se confirmó que si además se añade la crítica, los efectos negativos se
multiplican. Hemos de tenerlo claro. Aunque parezca que no nos afectan, nadie
es inmune a los juicios negativos y menos si éstos son frecuentes. Nadie.
El extraordinario poder de las palabras
No podemos dar la espalda al conocimiento. Las palabras han demostrado ser
un pilar básico para la estabilidad emocional y personal. Muchos estudios han
aportado claves valiosas para mejorar el lenguaje de las emociones. Veamos
algunas:
1. Trate de evaluarse de manera regular. ¿Cuándo fue la última
vez que felicitó a sus subordinados o a sus hijos? ¿Lo ha hecho en los
últimos dos días? Si se da cuenta que sus halagos son escasos quizás deba
plantearse un plan de mejora. Le reportará mucho bienestar.
2. Si decide hacerlo debe tener claras dos cosas: deberá esforzarse por
halagar más y practicar regularmente. Se han demostrado que las
palabras de aprecio no salen con facilidad cuando no se usan habitualmente.
Así que la única forma es trabajar hasta que le resulte fácil. Inicie hoy
mismo una terapia de halagos y reconocimientos. ¿No sabe cómo? Veamos algunas
de las estrategias más avaladas.
3. Empiece a practicar emociones en saludos y despedidas. Es lo más
fácil. Emplee frases como: “qué alegría de verte” ,“encantada de
saludarte”... Se ha demostrado que iniciar una conversación de este
modo predispone al entendimiento. Piense en algunos saludos y despedidas;
memorícelos; empléelos cada vez que pueda. Desde el primer momento notará el
positivo efecto que tienen.
4. Fuércese a expresar regularmente sentimientos personales más
profundos con seres cercanos. Lo más fácil es practicar en familia y en
saludos o despedidas. Una buena forma de empezar, es despedirse de sus hijos
o su pareja diciendo “te quiero”.Una vez que empiece, nunca deje de
hacerlo. Puede que se sienta raro pero pronto se acostumbrará y le generará
mucho bienestar.
5. Eduque a sus hijos en un lenguaje emocional. Desde pequeños
deben aprender a oír y expresar sentimientos. Si escuchan a sus padres, lo
harán más fácilmente. Oblíguese a decirles varias veces al día, frases como.
“estoy muy contento porque hoy has….”,” estoy orgulloso de tus esfuerzos
por…” Cuando juegue con ellos también puede hacer que los muñecos
“hablen” y expresen cómo se sienten, qué les gusta, por qué…
6. Y si lidera un equipo fuércese a emplear en todas las
reuniones al menos una frase de ánimo y reconocimiento. Es un
recurso muy avalado por la investigación Elija algunas frases.
Escríbalas si quiere. Oblíguese a emitirlas en cada reunión: “Confío en el
esfuerzo de todos”; “buen trabajo”; ”sé que son buenos en su trabajo y podrán
hacerlo”… Nunca deje de felicitar en público.
7. Dé las gracias con frecuencia. Recientemente F. Gino, de
la Universidad de Harvard ha hablado del sorprendente ·efecto gratitud” tras
comprobar en sus estudios que ésta eleva enormemente la autoestima y dispara
el impulso de ayuda, participación y esfuerzo. Según esto, debiéramos
esforzarnos por dar las gracias continuamente, sobre todo en el trabajo. Si
le cuesta, elabore frases hechas: “Te lo agradezco mucho”, “Gracias por tu
tiempo, por tu disposición”. No deje de hacerlo. Los grandes beneficios de
una palabra tan simple están plenamente avalados.
8. También ha contrastado el poderoso efecto de una frase: “¿Qué
opina usted?”. Genera emociones muy positivas, Diga esta frase casi a
diario tanto en el trabajo como en la familia y la escuela. Se ha comprobado
que genera mucho bienestar y autoestima. Hace sentir a quién se pregunta que
se valora su opinión, que le respetan, que está cerca de la acción.
9. Y si tiene que regañar hágalo, pero sin brusquedad. No es
necesario. Debe saber que el efecto de una crítica es mayor cuando se realiza
con palabras amables. Se siente que se ha fallado a alguien respetado y sirve
de impulso a la mejora.
10. Pero si lo hace compense después con palabras de reconocimiento.
Se ha comprobado que para la mente lo negativo es mucho más potente que lo
positivo y que para compensar una crítica, necesita al menos cinco halagos
Así que tras apercibir, trate de compensar. Diga frases como que se “es
consciente de que lo intenta”, “que sabe que lo conseguirá”. Así evitará
que quien es apercibido se bloquee y quiera demostrarle que podrá hacerlo
bien la próxima vez.
11. Y nunca dude en decir “lo siento”. Marshal Goldmith, es para
muchos uno de los mejores coach de ejecutivos del mundo. Para él
“pedir perdón es el gesto más mágico, reconciliador y reparador que podemos
hacer”. Algunos expertos señalan ésta como una inigualable ventaja
estratégica que debe ser trabajada, sobre todo por directivos, padres y
educadores. Es difícil pero todos debiéramos intentar especializarnos en el
arte de la disculpa.
12. Acompañe sus palabras de gestos. Todos los estudios han
demostrado que multiplican su poder. Tenga esto en cuenta. Practique
expresiones de reconocimiento y gratitud de manera no verbal, sobre todo si
le cuesta hacerlo de forma oral: De una palmada en el hombro, un beso.
Los gestos son también un lenguaje. Pero sobre todo Sonría. Se ha
demostrado que los que más sonríen, ganan con facilidad la aceptación y el
compromiso de los subordinados. La sonrisa es una herramienta muy potente en
el desarrollo de la inteligencia emocional
13. ¿Y qué hacer si nadie nos halaga? Pues si a pesar de todo le
toca vivir en un entorno parco en halagos no se confíe. Aunque no lo crea,
usted también necesita reconocimiento. Por eso, si siente poco apreciado por
su esfuerzo y valores, hágalo usted mismo (*) Rodéese de gente con la que se
sienta a gusto. Disfrutar con ellos le hará sentirse bien y parte de un grupo
que le aprecia (*) Fuércese por hacer cosas que le agraden. Al finalizar,
repase los sentimientos positivos que experimentó. Cuente su experiencia. Es
bueno oír que se sintió bien, que fue emocionante… Si trabaja en ello, será
sin duda uno de los que esté fuera de la lista de los que no reconocen sus
emociones y no pueden hablar de ellas
Y es que la investigación parece dejarlo muy claro. Por encima de
cualquier otra, hay un tipo de inteligencia por la que merece la pena
trabajar: la Inteligencia emocional.
El Confidencial.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario