Hay un criterio por el que puedes juzgar si tus
pensamientos y tus acciones son las adecuadas para ti. El criterio es: te han
traído paz interior?
1. Cada día es una nueva oportunidad
Da igual lo que haya ocurrido atrás, la realidad es
que cada nuevo día es una oportunidad para crear algo distinto, para
reinventarnos.
No son las estrellas las que tienen nuestro destino,
sino nosotros mismos. William Shakespeare
Deja de pensar en lo que podrías haber hecho y
comienza a pensar sobre lo que puedes llegar a conseguir.
Los mejores años de tu vida son aquellos en los que
decidiste que tus problemas eran solo tuyos. Cuando no culpaste a tu familia,
al presidente o a la mala suerte. Cuando te diste cuenta que tú controlas tu
destino.
He pasado un año seguido lamentándome de mis fracasos
por mis proyectos en internet. Ahora que he creado esta web me he dado cuenta
que es gracias a esos fracasos que he sido capaz de crear esto yo sólo, y hacer
por primera vez algo valioso que quiero compartir con todos. Sin esos fracasos
no estaría aquí, las lecciones aprendidas fueron imprescindibles. Pero en aquel
momento sinceramente no me di cuenta. Lo compruebo ahora.
Si abrimos una disputa entre el pasado y el presente,
nos daremos cuenta que hemos perdido el futuro. Winston Churchill
Un nuevo futuro comienza en el instante exacto en el
que pensamos que era el final de todo…
2. Acércate hacia algo, en lugar de
huir de algo
En momentos difíciles la primera reacción es tratar de
huir de aquello que nos ha hecho daño. Es nuestra reacción inmediata y natural.
Si te dicen “deja ya de pensar en esa persona que te hizo daño!” , en qué vas a
pensar? Sin duda esa persona vendrá a tu mente si el objetivo es huir de esa
situación.
La posible vía es reinventarnos y crear una nueva
realidad, un nuevo objetivo. Hacer que nuestra mente se enfoque hacia algo
distinto en el que entremos en estado de flujo, con todo nuestro interés.
El hacerlo de esta forma, nos permite de forma natural
invertir nuestro tiempo y mente en algo creativo y positivo.
En el pasado yo utilicé la pintura –o la pintura me
utilizó a mí- para crear. Es imposible de describir el placer y paz que me
proporcionó. Otras veces utilicé metas deportivas para enfocarme y entregarme a
algo que me multiplicaba mis fuerzas. Era como un talismán que utilizaba en
casos de urgencia.
Deja de tratar de eliminar lo negativo y enfócate en
crear una nueva realidad.
Encuentra la forma que mejor se adapte a ti.
3. Confía en alguien y ábrete a esa
persona
A veces cuesta confiar, cuesta abrirse. Muchos hemos
recibido alguna lección que nos ha hecho replegarnos en nosotros mismos y
tratar de creer que no necesitamos a nadie.
La realidad es que no estamos solos. Sea lo que sea lo
que nos ocurra, siempre hay alguien que ha pasado por la misma situación.
La palabra mágica es “dar permiso” a alguien para acceder.
Por si acaso escuchas la palabra en tu cabeza “estoy
solo”, mira a otro lado y recuerda que es una mentira más de entre todas las
películas que creamos.
4. Deja que pase el tiempo
La curación es cuestión de tiempo, pero también es una
oportunidad. Hipócrates
Debes darte todo el tiempo que necesites. No debe
haber prisa para llegar al estado que deseas, ni debes dejar que otros te
presionen.
Para moverse hacia delante en momentos difíciles hacen
falta multitud de pequeños pasos, y muchos de ellos incluso necesitamos hacerlo
con ayuda de alguien.
El pasado quedó atrás, tenemos que darnos permiso para
mirar adelante y confiar que vamos a estar bien.
5. Confía más en ti mismo
Aquel que no confía, tampoco podrá ser confiado. Lao
Tsé
Confía en tus habilidades, normalmente son mucho más
grandes de lo que imaginamos.
Creer en nuestro potencial es el primer paso para
conseguir grandes logros.
La realidad nos dice que es totalmente imposible
lograr aquello en lo que no creemos. Los grandes logros no llegan por
casualidad.
El trabajo, persistencia y tener claras nuestras metas
son las claves para conseguirlo todo.
Yo caigo una y otra vez, y paso momentos y a veces
semanas en las que mi nivel de autoconfianza está por los suelos. Solo pienso
en levantarme. Al final lo hago, y ya solo nos queda apretar el botón de
“empezar de nuevo” y luchar.
Esta misma semana mi confianza bajó al ver que mi
trabajo y responsabilidades me roban la posibilidad de seguir creando esta web.
Ahora intento arañar tiempo para dedicarme a ella y confío en que fruto de las
horas de trabajo sea un gran proyecto y sirva a muchas personas que quieran
compartir.
Confía en ti mismo. Crea la clase de persona de la que
te sientas feliz toda tu vida. Da lo mejor de ti mismo encendiendo cada pequeña
chispa de posibilidad y convirtiéndola en las llamas del logro. Golda Meir.
6. Controla tus expectativas
Yo invierto mucha energía en aquello en lo que creo,
pero la vida no siempre nos da lo que queremos. Y me frustra.
Es necesario ponernos metas altas y creer en ellas.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que a veces lo
que está por llegar puede hacerlo de una forma distinta a lo que esperamos.
Cuando llega, a veces ni nos damos cuenta. Quizás lo
haremos más tarde. Algunos quizás no se darán cuenta.
Han sido ya muchas veces que lo que aparentemente ha
sido un “fracaso”, realmente ha sido un gran avance disfrazado de decepción. Al
final, los puntos se conectan.
A nivel profesional me han ocurrido cosas que en el
momento de sucederme las interpreté como fracasos. Más adelante, cuando ordeno
paso a paso dónde estoy y lo que he conseguido, me doy cuenta que todo ha
tendido un sentido.
La explicación de mi frustración tiene que ver conmigo
mismo y cómo he interpretado las expectativas.
7. Observa en perspectiva
Cuando estamos metidos de lleno en un problema,
nuestra capacidad de análisis desaparece. Simplemente necesitamos observar las
cosas en la distancia para otorgarles su justa medida.
No debemos identificarnos con nuestros problemas y
preocupaciones. Nuestro Yo auténtico está mucho más allá de ellas. Ser
consciente del momento presente y observarnos nos ayudará a romper la atadura
al problema.
Imagina que tú no eres la persona que tiene el
problema, sino que es un amigo al que darías con gusto tu mejor consejo. ¿Cuál
sería? ¿Cómo le ayudarías a resolver su problema?
Es una forma de mirar desde otra perspectiva e
interpretar la realidad de forma diferente. Ayuda a desbloquearnos cuando
estamos inmersos en preocupaciones.
Una vez que hemos dado a ese “amigo” nuestros mejores
consejos, hay que seguirlos!
Hay que evitar que los problemas nos paralicen nuestra
capacidad de pensar. Dar unos pasos hacia atrás y observar en perspectiva
ayudan a lograrlo.
8. Ser conscientes del camino
El camino puede estar lleno de baches, nadie dijo que
fuera fácil.
Esos baches son señales para señalar el camino correcto, gracias a ellos podremos corregir el rumbo y llegar
a nuestro destino.
Los errores y contratiempos son parte del camino.
Cada problema contiene en él las semillas de su propia
solución. Si no tienes problemas, no consigues ninguna semilla. Norman Vincent
Peale
No hay caminos libres de baches que merezcan la pena
ir por ellos.
Avanzar sin jamás tener baches es no crecer.
9. Ten fe en algo más allá
Todo lo que hacemos es un equilibrio inestable entre
- Luchar por aquello que queremos conseguir -actuar, empujar, poner los medios-
- Aceptar la vida tal y como es y las circunstancias que nos rodean – conformarnos, ser felices con lo que tenemos y querer aquello que nos ha tocado-
Es un ejercicio de equilibrista avanzando sobre la
cuerda, realmente complicado mantenernos serenos y con paz interior ya que nuestro entorno -sociedad,
amigos, familia, nuestra experiencia pasada- nos va a empujar a un lado o al
otro.
Este equilibro se hace posible gracias a confiar en
algo más allá de nuestro nivel de existencia.
La fe en algo más grande que nosotros nos empuja para
acercarnos a aquello que deseamos. Debemos actuar, pero no estamos solos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario