martes, 18 de febrero de 2014

5 PASOS PARA IDENTIFICAR A UN AGENTE TÓXICO EN TU EMPRESA



En nuestro trabajo de consultoría, nos encontramos muchas veces con elementos que dificultan nuestra labor. Problemas a la hora de acceder a determinada información y problemas en el alcance de nuestro trabajo, entre otros… Es curioso que en aproximadamente un 75% de casos, siempre identifiquemos problemas en el staff administrativo de las empresas. Concretamente, en la mayoría de sociedades encontramos lo que se denomina “Toxicidad”.
En efecto, la toxicidad es el ambiente generado por las personas tóxicas, término de moda acuñado por un famoso escritor que ha tenido bastante éxito abarcando el tema. Nosotros hemos desarrollado nuestra propia metodología para una identificación efectiva de este tipo de personas, y la resumimos en 5 puntos clave.
1º) La regla de oro. Los tóxicos son aquellos a los que más les molesta tu mejor versión. No falla, cuando algunas personas brillan, otras se sienten en la sombra. Suele ser un problema relacionado con un complejo de inferioridad arrastrado durante muchos años. Dicho complejo genera envidias, reticencias y mucho rencor.
2º) Los tóxicos siempre critican, incluso a ti. En efecto, identificamos enseguida a una persona tóxica porque tiene una tendencia obsesiva a criticar a los demás. Por supuesto hace lo propio contigo cuando eres tú el ausente. Es un denominador común en todos los tóxicos o nocivos.
3º) Pesimista crónico. Normalmente las personas tóxicas suelen transmitir malas vibraciones, porque son lo que acumulan y se encargan de dispersar. Malas noticias, malos augurios, y sobretodo el convencimiento total y absoluto de que si algo puede salir mal, saldrá mal.
4º) Nunca felicitan, y menos delante de otros, nunca celebran nada. “Enhorabuena” y “buen trabajo” son palabras tabú para los tóxicos. Un compañero tóxico nunca reconocerá tu trabajo, y mucho menos delante de un superior. Un jefe tóxico mucho menos, porque tiene esa absurda idea de que reconocer un trabajo bien hecho implica tener que subir el sueldo a final de mes.
5º) “Si yo no adelgazo, que todas mis amigas engorden”. Es la premisa principal de un tóxico. No nos engañemos, una persona que nunca felicita, que nunca celebra nada, que es pesimista, que critica a los demás y que siente una envidia atroz, es un infeliz, y como tal, tiene una vida que lamenta. Consciente de su incapacidad para mejorarla, entiende que la única cosa que puede mitigar su angustia, es ver que los que están a su alrededor son todavía más desgraciado que él. Y por ello, se pone manos a la obra.
Precisamente por todo lo mencionado, el mejor consejo para no sucumbir ante un jefe o compañero tóxico, es mantener la distancia en la medida de lo posible. Desgraciadamente en el ámbito laboral, las relaciones deben continuar a pesar del nivel de toxicidad de muchas personas, por eso se aconseja reducir la relación a lo estrictamente laboral, y sobre todo, no doblar nunca la rodilla ante una persona tóxica. Si a los demás les molestan nuestros logros, nuestros avances y nuestras capacidades, es su problema, no el nuestro. Pero bajo ningún concepto se debe ceder ante una persona de este tipo.
No olvidemos que el hecho de brillar no implica apagar la luz de los demás. De igual modo, aquel que no consigue ese brillo tampoco tiene derecho a que todo el mundo viva en la penumbra

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