domingo, 7 de diciembre de 2014

LAS POSTURAS DEL PODER: CÓMO EL LENGUAJE CORPORAL INFLUYE EN EL ÉXITO



Las poses corporales son una rica fuente de comunicación no verbal, aunque van mucho más allá. La forma de sentarnos, de levantarnos, de saludar, de tocarnos el pelo o de estar de pie escuchando a alguien influye directamente en el comportamiento, en la imagen que los demás crean de nosotros e, incluso, en la producción hormonal. Todo ello de manera inconsciente, pero eficaz, como sostienen la mayoría de investigaciones sobre este asunto llevadas a cabo por psicólogos y neurocientíficos.
El lenguaje corporal tiene un fuerte impacto, tanto físico como psíquico, por lo que llegar a controlarlo y manejarlo correctamente, según el contexto en el que nos encontremos, puede marcar la diferencia entre el éxito y fracaso profesional (o incluso, entre ligar o no). Según las últimas investigaciones, las diversas poses están asociadas a cambios fisiológicos relacionados con el rendimiento y la seguridad en uno mismo.
Permanecer de pie con las manos sobre una mesa y ligeramente reclinado hacia adelante, con las manos en las caderas o sentado con la espalda y los hombros erguidos, aumenta los niveles de testosterona y reduce los de cortisona (la hormona del estrés). Y es que, como matiza la psicóloga Sian Beilock en su libro Choke: What the Secrets of the Brain Reveal about Getting It Right When You Have To, “apenas existe una separación entre el cuerpo y la mente, como se solía creer. Nuestra forma de movernos y de colocar nuestro cuerpo afecta a la manera de pensar, a la confianza y a la percepción de los demás sobre nosotros”.
Cambios fisiológicos
Los niveles altos de testosterona están relacionados con una mayor confianza y un comportamiento más agresivo, como concluye el estudio Power Posing: Brief Nonverbal Displays Affect Neuroendocrine Levels and Risk Tolerance. Por otra parte, la baja producción de cortisona, mediante posturas en las que se trata de ocupar el mayor espacio posible, evitando cruzarse de piernas o de brazos, contrarresta las expresiones de nerviosismo y, por ende, también el estrés. Otras de las denominadas como power pose (posturas de poder o autoridad) tienen que ver con las expresiones faciales, o más bien por la ausencia de ellas, ya que cuantos más gestos hagamos con la cara o cuanto más nos la toquemos, más aumentará la sensación de inseguridad.
Diversas poses están asociadas a cambios hormonales relacionados con el rendimiento y la seguridad en uno mismoTocarse las uñas o cruzar los dedos también denota falta de confianza, al igual que colocar los pies hacia dentro u ocultar las manos (ya sean en los bolsillos o en el regazo). Estar sentado con las piernas juntas tampoco es señal de seguridad o control. Unas cuestiones que, de ser tenidas en cuenta, pueden determinar el resultado de una entrevista de trabajo, según aseguran los expertos. Gesticular es positivo para dar sensación de productividad y competencia, al igual que caminar rápido, pero siempre y cuando no se abuse de ellos y se trata de practicar la moderación.
Empatía y credibilidad
Los últimos estudios psicológicos dan cada vez más importancia a estas posturas, pues de ellas depende la empatía que se genere en los interlocutores al demostrar más o menos pasión y credibilidad. Dos aspectos claves para alcanzar el éxito laboral o vital. Sin embargo, como matizan estos expertos, resulta complicado romper con los hábitos del lenguaje corporal, por lo que no son pocos de los altos ejecutivos que cuentan con un coach en power pose.
Las poses del poder también tienen una relación directa con los riesgos que tomamos. Cuanto más dados seamos a tomar estas posturas de autoridad, menos complejos se tendrán a la hora de tomar decisiones arriesgadas. Asimismo, la experta Dana Carney, profesora de psicología en la Universidad de Columbia, añade que “ayudan a concentrarse y pensar con mayor claridad”. “He escuchado muchas anécdotas de de personas que comenzaron a utilizar poses de poder en su vida cotidiana y no solo les ayudó a protegerse de la respuesta fisiológica al estrés, sino que, en una entrevista de trabajo, consiguieron altas calificaciones y puestos de trabajo mejores a los que optaban en un principio”, asegura la profesora y coach.

15 MANERAS DE MANTENERSE POSITIVO ANTE SITUACIONES DIFÍCILES



1) No tomarse las cosas personales: Al no entender el comportamiento de alguien, es mejor no pensar que lo que hizo tiene totalmente que ver con nosotros, podemos ver la situación de otras maneras, por ejemplo en vez de pensar que un amigo no volvió a llamarnos porque nos está ignorando, podemos considerar la posibilidad de que ha estado muy ocupado. Cuando evitamos la personalización de los comportamientos de otras personas, podemos percibir sus expresiones de manera más objetiva, es decir, las personas hacen lo que hacen por más que por nosotros.
2) Evitar las noticias demasiado amarillistas: Rodearse constantemente de la negatividad de los medios de comunicación, puede ser muy nocivo, podemos estar al tanto de las noticias, pero no tenemos que darle acceso a la información negativa a nuestro cerebro.
3) Reducir el miedo al rechazo: Una manera efectiva de manejar el miedo al rechazo es proporcionarte a ti mismo múltiples opciones en situaciones importantes, por lo que no importa lo que pase, tienes alternativas en el futuro. Para esto podemos siempre tener un plan B y C viables por si el plan A no funciona como esperamos y así no ponemos todo nuestro esfuerzo emocional en una sola opción, por ejemplo al buscar empleo, es importante tener mas de una opción y aprender a darnos cuenta que todas pueden ser atractivas aunque haya una que nos interese mas.
4) Enfocarse en un tema positivo: En los momentos en los que nos sintamos desanimados o faltos de motivación, podemos pensar en algo tema que nos haga sentir bien, en vez de gastar nuestra energía en enfocarnos en situaciones que nos bajan el ánimo.
5) Aprender a mantener la calma y manejar el estrés: Cuando estamos bajo presión, tenemos que aprender a desarrollar estrategias para mantener la calma y no saturarnos con el estrés. Un consejo al sentirnos nerviosos o ansiosos, es ponernos agua fría en la cara y conseguir un poco de aire fresco, enfriar la temperatura puede ayudar a reducir nuestro nivel de ansiedad.
6) Buscar lo bueno en los demás: Siempre habrá personas con las que te cueste trabajo convivir, pero a veces tendrás que hacerlo, pues por circunstancias de la vida no siempre se puede escoger a quien tendrás cerca, por eso, es recomendable, enfocarte en las cualidades de las personas en vez de en sus defectos.
7) Aprender a ser asertivos: esto es importante porque nos ayuda expresar emociones difíciles cuando sea necesario, es importante saber establecer nuestros límites a los demás y nuestras prioridades, también hay que ejercer nuestro derecho a estar en desacuerdo, pero todo esto hay que hacerlo mientras estemos calmados, con respeto, honestidad y claridad. Un consejo es empezar explicándole a la otra persona como nos sentimos en determinada situación, sin culparla o reprocharle nada, simplemente hablarle de nuestros sentimientos.
8) Notar nuestra ira: La ira puede ser un impulso positivo si se enfoca correctamente, es un impulso para luchar y cambiar de una posición a otra, podemos aprender a usar estos impulsos de manera constructiva, así con estos impulsos de ira y creatividad, podemos motivarnos para cambiar las situaciones con las que no estemos por otras mejores.
9) Aprender sobre los químicos naturales del cerebro: Hay substancias químicas que generamos de manera natural, que nos ayudan a sentirnos bien, lo cual muchas veces interpretamos como felicidad, estas substancias son la dopamina, la serotonina, la oxitocina y las endorfinas entro otras, es importante aprender también sobre como estimularlas de manera natural.
10) No rendirse: Intenta entender por que te sientes de la manera como te sientes y después haz algo al respecto, piensa que siempre hay una solución que es mejor que rendirse y tirar la toalla, busca siempre alguna alternativa antes de renunciar a luchar por la meta a alcanzar.
11) Aprender a pedir ayuda: En caso de darte cuenta que no puedes pasar solo por determinada situación, apóyate de las personas a las que tienes cerca que se preocupan por ti, acepta que no tienen nada de malo pedir ayuda y que a veces con un pequeño empujón de alguien mas todo puede salir mejor, pero para esto hay que saber hablar con los demás y pedirles la ayuda, pues estos no lo adivinaran.
12) Hacer ejercicio con regularidad, comer y dormir bien: Esto puede resultar muy obvio, pero a veces nos olvidamos de estos hábitos sanos, el impacto de llevarlos a cabo es muy notorio, estos nos ayudan a pensar con mayor claridad, tener mas energía y pensar con mayor optimismo.
13) Gratitud: Recuerda estar agradecido por los logros que has tenido y aprende a expresar ese agradecimiento, Incluso en las peores situaciones, la mayoría de nosotros nos damos cuenta de que todavía tenemos cosas en nuestras vidas por las que estar agradecidos. Expresarlo con nuestros amigos más cercanos o familiares es de gran importancia, otra opción puede ser mantener un diario en donde externemos nuestros sentimientos de gratitud.
14) Aprender a tomar las críticas de un modo sano: No te sientas agredido si alguien te da su opinión sobre algo que tenga que ver con tu personalidad o con alguna conducta tuya, te una crítica es importante escuchara atentamente, procesarla, aceptar que es solo la opinión de la otra persona y asume ir que no somos perfectos y no todo el mundo estará de acuerdo con todo lo que hagamos, tampoco podemos caerle bien a todos.
15) Celebrar las metas: Una vez que tengamos claros nuestros objetivos, es importante reconocernos cada paso satisfactorio que nos acerque a estos y disfrutar todos estos pequeños logros que nos motivan a seguir caminando hacia nuestras metas.

7 REGLAS BÁSICAS PARA UNA COMUNICACIÓN EFECTIVA



“La creencia de que la propia visión de la realidad es la única realidad, es la más peligrosa de las ilusiones.” Paul Watzlawick
1.      Elige un buen momento. Si notas que el ambiente está tenso o que podrías alterarte fácilmente, es mejor que dejes transcurrir un poco de tiempo. Si estás particularmente irritable, es recomendable utilizar la técnica del mindfulness o de consciencia plena. También tendrás que valorar la disponibilidad emocional de la otra persona. Una buena forma de tantear el terreno y abrir una conversación, es peguntar: ¿Podemos hablar?”. Si la persona te dice que no, no insistes, vuelve a preguntar más tarde o espera a que ella se acerque a ti.
2.      Es importante respetar la realidad del otro y validarla. Validar no significa estar de acuerdo. Significa aceptar y tolerar que la otra persona tenga una experiencia y visión diferente a la tuya. Minimizar, ignorar, negar o juzgar las emociones, sentimientos y pensamientos del otro son formas de invalidación. Poco importa que a ti te parezca exagerado o poco razonable o cual sea la crítica que se te ocurra. Lo que cuenta es que para la otra persona sea real.
3.      Si vas a quejarte de algo, haz referencia a una conducta en particular, no a la personalidad entera del otro. Explícale a esa persona cómo su comportamiento ha tenido un efecto negativo en ti. Por ejemplo, en vez de decir “eres un egoísta”, reformula en términos más concretos y describe la conducta: “que se te olvide preguntarme qué tal me ha ido en mi primer día de trabajo y encima no te hayas preocupado por guardarme un poco de comida, me hace sentir dolida y enfadada”. Cuando eres especifico en tu critica, no sólo es más tolerable de escuchar para el otro (ya que no estás atacando la totalidad de su persona), pero además es más fácil de cambiar.
4.      Evita las generalizaciones de tipo “Tú siempre…” o “Tú nunca…”. Cuando nos sentimos incomprendidos, poco tomados en cuenta o estimamos que una situación es injusta, solemos emplear este tipo de crítica basada en la dicotomía “todo o nada”, como una forma desesperada de llamar la atención del otro. Sin embargo, no es productivo ya que “siempre” y “nunca” suscitan una actitud defensiva en el otro y en vez de crear conexión, aleja al otro.
5.      Trata de formular tus mensajes empezando por “Me siento” en vez de “Eres”. Por ejemplo, en lugar de decir “Eres mala persona“, opta por “Me siento dolido cuando haces esto”. En general a la gente le cuesta aplicar este consejo ya que supone mostrarse vulnerable ante el otro y a muchos les asusta eso. Sin embargo, al igual que en el punto 4, este tipo de comentario acusatorio, en vez de facilitar el diálogo y crear cercanía, aleja al otro.
6.      No vayas de adivino. No pretendas saber lo que la otra persona está pensando o sintiendo. Esto es una forma de invalidación. ¿Qué tal si le preguntas mejor?
7.      Trata de evitar polarizaciones en las que sólo uno tiene razón y el otro es culpable, uno es el bueno y el otro el malo. Recuerda que en un conflicto siempre hay dos personas involucradas y que las dinámicas relacionales no se rigen por la ley de “causa-efecto”, sino que las reacciones de cada uno se retroalimentan de forma circular.

LAS EXCUSAS MÁS RIDÍCULAS PARA FALTAR AL TRABAJO



Como cada año, el portal de empleo CareerBuilder recoge las argumentaciones más hilarantes para ausentarse
30/10/2014 Como cada año, desde ya hace una década, el portal norteamericano de empleo CareerBuilder elabora la lista de las excusas más ridículas para faltar al trabajo. El año pasado encabezó la lista un individuo que decía que no podía ir a trabajar porque la dentadura le había salido volando por la ventana mientras conducía de camino a la oficina. Hace dos, uno que afirmó que un tercero le había sellado puertas y ventanas para que no pudiera salir.

Veamos que nos depara este año la lista, gestionada por Harris, mediante una encuesta elaborada durante este verano entre 3.000 trabajadores y 2.000 directivos de Recursos Humanos. Cabe destacar que este hilarante ranking se enmarca en un país que no protege las bajas por enfermedad, más allá de las políticas estatales que cada región haya establecido. De hecho, la misma encuesta contempla que cerca del 40% de los trabajadores acuden a su puesto cuando están enfermos porque no pueden darse el lujo de perder un día de salario.

Sin embargo, es difícil decidir si es más arriesgado acudir enfermo que mentir. La encuesta revela que casi uno de cada cinco empleadores (18%) ha despedido a un empleado por llamar y alegar una excusa falsa. Y en este sentido, ojo con las redes sociales: casi un cuarto de los empleadores han descubierto que les estaban mintiendo mediante la comprobación de los estados en las redes sociales.

El top 10 de las excusas más ridículas para no ir a trabajar de 2014 según CareerBuilder es:

1. Acabo de poner una cazuela en el horno.

2. Mi cirugía plástica necesita un poco de descanso para asentarse.

3. Me he dormido sentado en la taza del váter y al ponerme de pie me he roto el tobillo.

4. Me fui al casino la noche del sábado y como aún me queda dinero sigo jugando.

5. Me he despertado de buen humor y no quiero arruinarlo.

6. Tuve una noche de suerte pero no sé donde la he dejado. (¿?)

7. Me he quedado atrapado en la máquina de tomar la presión y no puedo salir.

8. Tengo una piedra en la vesícula y quiero concentrarme para sanarla.

9. Se me ha incendiado el uniforme porque lo puse en el microondas para secarlo. (¡!)

10. Estoy en un avión en el que he entrado accidentalmente.