miércoles, 1 de junio de 2016

CEREBRO, EMOCIÓN Y TOMA DE DECISIONES



De forma general, puede decirse que la toma de decisiones es realizada por las personas de forma continua en todos los ámbitos y situaciones vitales. Por la relevancia e implicaciones que tiene el proceso de decidir, el objetivo que pretende este post es presentar brevemente cómo los estados emocionales actúan en el apoyo de los procesos superiores, en este caso la toma de decisiones, y las principales áreas neurales relacionadas con dicho proceso. Puede decirse que en el estudio del papel emocional en la toma de decisiones, entendida como una función ejecutiva, la Hipótesis del Marcador Somático desarrollada por Damasio (1994) es un modelo explicativo fundamental para conocer el mismo.
Haciendo referencia a su obra principal Descartes’ error. Emotion, reason and the human brain (1994), Damasio postula que la emoción es un aspecto  de relevancia en los procesos decisionales del ser humano y que el daño en áreas neurales prefrontales imposibilitaría la expresión emocional que dificultaría la toma de decisiones. El mecanismo emocional fundamental en este modelo es el marcador somático, un cambio corporal (muscular, neuroendocrino, vegetativo, etc.) reflejo de un estado emocional asociado a una situación, estímulo, etc. que puede tener influencia en el comportamiento prospectivo actuando como señales que apoyan la toma de decisiones ante un evento concreto.
La Hipótesis del Marcador Somático también ha servido para conocer las áreas neurales implicadas en la toma de decisiones, ya que el estudio fundamental del proceso de toma de decisiones en este postulado teórico se ha desarrollado en pacientes con lesiones cerebrales (Bechara, Tranel y Damasio, 2000). De forma muy esquemática, las áreas neurales intervinientes serían la amígdala como área básica para generar estados somáticos antes situaciones aversivas o apetitivas del ambiente, el córtex Orbitofrontal como generador de estados somáticos ante el recuerdo de situaciones donde se han experimentado los mismos y el córtex ventromedial que  integra ambos tipos de información somática estimando las consecuencias futuras de la decisión que se realice (Bechara et al., 2000; Martínez-Selva, Sánchez-Navarro, Bechara y Roman, 2006 ).
A nivel práctico, tomando en consideración lo indicado por Damasio en su postulado, ante una situación en la que la persona debe tomar una decisión  se generan unos estados emocionales que incluyen los marcadores somáticos (que se está relacionado con consecuencias positivas o negativas) que son procesados en relación a diferentes experiencias y situaciones previas donde se ha experimentado el mismo marcador poniendo en marcha señales que contribuyen a la toma de decisión, incluyendo aspectos de adecuación del comportamiento (a normas sociales, a las consecuencias, etc.).
El mecanismo anteriormente descrito se produciría de forma rápida, inconsciente, permitiendo la decisión en un espacio de tiempo muy breve. Tras este primer paso, el funcionamiento cognitivo superior-reflexivo finaliza el proceso de toma de decisión de forma controlada y consciente. Atendiendo a la explicación práctica desarrollada de la hipótesis de Damasio, puede decirse que según este autor la emoción, o específicamente el marcador somático, es el apoyo fundamental de los procesos cognitivos superiores en la toma de decisiones.

REFERENCIAS:
Bechara, A., Tranel, D. y Damasio, H. (2000). Characterization of the decision making deficit of patients with ventromedial prefrontal cortex lesions. Brain, 123, 2189-2202.
Damasio,  A. R. (1994). Descartes’ error. Emotion, reason and the human brain. New York: Putnam Sons.
Martínez-Selva, J. M., Sanchez-Navarro, J. P., Bechara, A. y Roman, F. (2006). Mecanismos cerebrales de la toma de decisiones. Revista de Neurología, 42(7), 411-418

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