De forma general, puede decirse que la toma de
decisiones es realizada por las personas de forma continua en todos los ámbitos
y situaciones vitales. Por la relevancia e implicaciones que tiene el proceso
de decidir, el objetivo que pretende este post es presentar brevemente
cómo los estados emocionales actúan en el apoyo de los procesos superiores, en
este caso la toma de decisiones, y las principales áreas neurales relacionadas
con dicho proceso. Puede decirse que en el estudio del papel emocional en la toma
de decisiones, entendida como una función ejecutiva, la Hipótesis del
Marcador Somático desarrollada por Damasio (1994) es un modelo explicativo
fundamental para conocer el mismo.
Haciendo referencia a su obra principal Descartes’
error. Emotion, reason and the human brain (1994), Damasio postula que la
emoción es un aspecto de relevancia en los procesos decisionales del ser
humano y que el daño en áreas neurales prefrontales imposibilitaría la
expresión emocional que dificultaría la toma de decisiones. El mecanismo
emocional fundamental en este modelo es el marcador somático, un cambio
corporal (muscular, neuroendocrino, vegetativo, etc.) reflejo de un estado
emocional asociado a una situación, estímulo, etc. que puede tener influencia
en el comportamiento prospectivo actuando como señales que apoyan la toma de
decisiones ante un evento concreto.
La Hipótesis del Marcador Somático también ha servido
para conocer las áreas neurales implicadas en la toma de decisiones, ya que el
estudio fundamental del proceso de toma de decisiones en este postulado teórico
se ha desarrollado en pacientes con lesiones cerebrales (Bechara, Tranel y
Damasio, 2000). De forma muy esquemática, las áreas neurales intervinientes
serían la amígdala como área básica para generar estados somáticos antes
situaciones aversivas o apetitivas del ambiente, el córtex Orbitofrontal como
generador de estados somáticos ante el recuerdo de situaciones donde se han
experimentado los mismos y el córtex ventromedial que integra ambos tipos
de información somática estimando las consecuencias futuras de la decisión que
se realice (Bechara et al., 2000; Martínez-Selva, Sánchez-Navarro,
Bechara y Roman, 2006 ).
A nivel práctico, tomando en consideración lo indicado
por Damasio en su postulado, ante una situación en la que la persona debe tomar
una decisión se generan unos estados emocionales que incluyen los
marcadores somáticos (que se está relacionado con consecuencias positivas o
negativas) que son procesados en relación a diferentes experiencias y
situaciones previas donde se ha experimentado el mismo marcador poniendo en
marcha señales que contribuyen a la toma de decisión, incluyendo aspectos de
adecuación del comportamiento (a normas sociales, a las consecuencias, etc.).
El mecanismo anteriormente descrito se produciría de
forma rápida, inconsciente, permitiendo la decisión en un espacio de tiempo muy
breve. Tras este primer paso, el funcionamiento cognitivo superior-reflexivo
finaliza el proceso de toma de decisión de forma controlada y consciente.
Atendiendo a la explicación práctica desarrollada de la hipótesis de Damasio,
puede decirse que según este autor la emoción, o específicamente el marcador
somático, es el apoyo fundamental de los procesos cognitivos superiores en la
toma de decisiones.
REFERENCIAS:
Bechara, A., Tranel, D. y Damasio, H. (2000). Characterization of the decision making deficit of patients with
ventromedial prefrontal cortex lesions. Brain, 123, 2189-2202.
Damasio, A. R. (1994). Descartes’ error. Emotion, reason and the human brain. New York: Putnam Sons.
Martínez-Selva, J. M., Sanchez-Navarro, J. P.,
Bechara, A. y Roman, F. (2006). Mecanismos cerebrales de la toma de decisiones.
Revista de Neurología, 42(7), 411-418
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