miércoles, 1 de junio de 2016

¿QUÉ ES MINDFULNESS?




El Mindfulness o atención plena es un estado de atención abierta a la totalidad de nuestra experiencia vital aquí y ahora. Se trata de una experiencia integral en la que tomamos plena conciencia del estado corporal, de la respiración, de las sensaciones, las emociones, los contenidos mentales y nuestro entorno.
No es un conocimiento intelectual sino una experiencia: el estado natural inherente a la naturaleza humana. Esta experiencia no pertenece a ninguna tradición en particular.
No se puede acceder a esta experiencia mediante la adquisición de nuevos conocimientos intelectuales. Es a través del entrenamiento como llega a ser una experiencia vivida por cada uno. Una vez adquirida esta experiencia, la práctica consiste en integrarla en la vida cotidiana.

¿CÓMO SE ORIGINÓ?
Los orígenes de esta práctica se remontan 2500 años atrás, pero fue Jon Kabat-Zinn, profesor emérito de la escuela de Medicina de la Universidad de Massachusetts, quien la aplicó por primera vez en el contexto clínico, de una manera  científica obteniendo maravillosos resultados con sus pacientes. Kabat-Zinn diseñó el programa MBSR (Mindfulness Based Stress Reduction) que se ha aplicado exitosamente como un método de reducción de estrés y para tratar enfermedades relacionadas con el mismo, así como una técnica para mantener la salud, en centros médicos y hospitales.

¿QUÉ BENEFICIOS TIENE SU PRÁCTICA?
-       Mejora la capacidad de enfoque y concentración
-       Incrementa en la sensación de calma y bienestar general
-       Disminuye el estrés y la ansiedad
-       Fortalece la salud en general
-       Mejora el control de impulsos
-       Nos ayuda a tener respuestas hábiles a emociones difíciles
-       Incrementa la empatía y el entendimiento de otros
-       Desarrolla nuestras habilidades de resolución de conflictos

¿CÓMO FUNCIONA EL MINDFULNESS?
El proceso de Mindfulness consta de 6 procesos neuropsicológicos necesarios para llegar a un estado de autoconsciencia.
1.      Intención y motivación (En busca de la atención plena).
2.      La extinción y reconsolidación (Cambiando actitudes y comportamientos).
3.      El desapego y descentramiento (Dejando que se vaya el ego).
4.      Regulación de la atención.
5.      El comportamiento pro-social (Un sentido de empatía hacia los demás).
6.      Regulación de las emociones.

PASOS A SEGUIR
1.      Adoptemos una postura cómoda, tumbados de espaldas o sentados. Si optamos por sentarnos, mantengamos la columna recta y dejemos caer los hombros. Cerremos los ojos si así nos sentimos más cómodos.
2.      Fijemos la atención en el estómago y sintamos cómo sube y se expande suavemente al inspirar, desciende y se contrae al espirar. Mantengámonos concentrados en la respiración “estando ahí” con cada inspiración y espiración completas, como si cabalguemos sobre las olas de nuestra respiración.
3.      Cada vez que nos demos  cuenta d que nuestra mente se ha alejado de la respiración, tomemos nota de qué es lo que le apartó devolvámosla al estómago y a la sensación de cómo entra y sale de él. Si nuestra mente se aleja mil veces, nuestra “tarea” será sencillamente la de devolverla cada una de ellas a la respiración sin que nos impo9rte en lo que se haya involucrado.
4.      Percatémonos de lo que se siente al pasar un rato todos los días nada más que estando con nuestra respiración y sin tener que “hacer” nada.
5.      Practiquemos este ejercicio durante quince días todos los días y en el momento que más nos convenga, nos agrade o no, y veamos cómo nos sentimos al incorporar una práctica disciplinada de la meditación en nuestra vida diaria.

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