martes, 29 de abril de 2014

¿CUÁL ES EL NÚMERO FAVORITO DE TODO EL MUNDO?



Cuando éramos pequeños y un adulto quería hablar con nosotros no nos preguntaba sobre el tiempo, nos preguntaba siempre cuál era nuestro color o nuestro número favorito. Lo más probable es que no fuera una información que le interesara especialmente (aunque hay gente para todo), pero, por alguna razón que se nos escapa, es algo que todos los niños sabían contestar, pues habían reflexionado sobre ello.
¿Qué nos lleva a escoger un número frente a otros? ¿Hay alguna cifra que sea particularmente popular? Son las preguntas que ha tratado de responder el escritor británico Alex Bellos, filósofo, matemático, y colaborador habitual de The Guardian. Para ello elaboró una completa encuesta online, en la que más de 30.000 personas de todo el mundo han votado por su número favorito, explicando además las razones que les han llevado a escoger determinada cifra.
Una cuestión emocional
Lo que realmente nos lleva a decantarnos por uno u otro numero son las asociaciones que encontramos entre éste y nuestra experiencia personal. “Llevé a cabo este experimento porque me fascinan las respuestas emocionales que muchos de nosotros tenemos hacia los números”, asegura Bellos en la página del proyecto. “Fechas y cumpleaños son las razones más comunes para escoger un número favorito”, explica Bellos.
Queremos que nuestro número favorito sea único, y es por ello que los números primos, indivisibles, son tan populares. También influye la manera que asociamos estos a determinadas palabras. En China, por ejemplo, el ocho es muy popular, porque suena similar a la palabra “prosperidad”, pero el cuatro tiene muy poco éxito porque se parece a “muerte”. En los países de habla inglesa ocurre algo parecido. Uno de los participantes explico que su número favorito era el once porque eleven suena similar a lovin’ (amor).
“En definitiva, las razones no matemáticas son más frecuentes que las matemáticas”. Quizás por esto, el número pi, que suele fascinar a los amantes de laos números, aparece tan sólo en decimonovena posición.
Pero hay otras cuestiones que nos llevan a escoger determinados números. En general las cifras impares son más populares que las pares (¿un canto al individualismo?), y los números redondos, que acaban en cero o cinco, nos resultan antipáticos. “Mi teoría, que no está científicamente probada, es que usamos los números redondos para referirnos a cosas aproximadas”, apunta Bellos. “Cuando decimos 100, no solemos querer decir ‘exactamente 100’. Así que 100 parece algo extraordinariamente vago. ¿Por qué ibas a tener como favorito un número tan impreciso?”
La razón por la que el 7 es tan popular
Parece que, en resumidas cuentas, queremos que nuestro número favorito sea único, y es por ello que los números primos, indivisibles, son tan populares. Y el siete parece el número primo por excelencia (casi una de cada diez personas aseguran que es su cifra favorita). ¿Por qué es tan popular?
Nos gusta más el siete porque es el único número entre el 2 y el 10 que no es ni múltiplo ni factor de ningún otro. “El siete es el número que genera una mayor reacción emocional, y ha sido así a lo largo de toda la historia”, asegura Bellos. No en vano es el número de la suerte que aparece en todas las tragaperras. Pero nadie sabe con certeza por qué nos gusta tanto. “El argumento más extendido, que para mí no es creíble, es que hay siete planetas visibles o siete días de la semana”, explica el matemático. En su opinión, nos gusta más el siete porque es el único número entre el 2 y el 10 que no es ni múltiplo ni factor de ningún otro. Y esto es algo que lo distingue de los demás, que lo hace único.
Los números de los listos
Si hay un número que destaca en la peculiar encuesta realizada por Bellos es el 13. El famoso número de la mala suerte se cuela en el sexto puesto de la lista, quizás aupado por graciosillos, siniestros o escépticos de todo pelaje. El cero encuentra un 1% de apoyo y, más que cualquier otro número, tal como explica Bellos, la gente parece escogerlo porque le parece algo inteligente.
¿Y cuál es el número menos favorito del mundo? Muchos números largos o con decimales recibieron tan sólo uno o dos votos,  pero el 110 es el número entero más pequeño que no recibió ningún apoyo. Muy por debajo de algunos números frikis como i (el número imaginario) que obtuvo un 0,6% de los votos; la proporción aurea (1,618) que obtuvo un 0,3%; el 666, el número de la bestia, que obtuvo 37 votos o el “infinito”, al que votaron 21 personas. Y sí, el 69 aparece, y en una posición bastante alta, la 31: es el favortio del 0,6% de los encuestados. 

EL SENCILLO Y BARATO EJERCICIO QUE PUEDE HACER QUE VIVAS 15 AÑOS MÁS



Numerosos estudios han explorado el papel que el ejercicio físico juega en nuestra salud, pero una nueva investigación elaborada por científicos australianos asegura que su impacto sobre la esperanza de vida podría ser mayor de lo que pensamos.
Sabemos que el colesterol, la hipertensión y el sobrepeso aumentan el riesgo de desarrollar problemas cardiovasculares y que el ejercicio ayuda a mitigar estos problemas, pero lo que no sabíamos es que, incluso teniendo estos problemas, el ejercicio disminuye las posibilidades de tener patologías cardiacas.
Aunque ahora todos sabemos qué factores de riesgo están asociados a los problemas cardiovasculares fue hace sólo unas décadas cuando empezamos a identificarlos. Una de las investigaciones más conocidas, y de mayor alcance, que se hicieron al respecto fue el Framingham Heart Study, que se desarrolló en la pequeña ciudad de Massachuset que le da nombre. Arrancó en 1948 monitorizando a un grupo de 5,209 hombres y mujeres de entre 30 y 62 años.
La gente sedentaria tenía el doble de posibilidades de morir de un problema cardiovascular que aquellos que practican algo de ejercicio. El estudio determinó que la hipertensión, los niveles de colesterol, la obesidad, el tabaco y la edad influían en las posibilidades de padecer problemas cardiovasculares y elaboró una tabla que permitía, conociendo estos datos, averiguar las posibilidades que una persona tenía de sufrir un ataque al corazón. El estudio, sin embargo, no tuvo en cuenta la actividad física. Esta fue añadida como un factor más en oleadas posteriores de la investigación (así como en otros muchos estudios), pero en ningún caso se estudió su efecto por separado.
Los científicos descubrieron que las personas que hacían ejercicio tenían menos posibilidades de tener problemas cardiovasculares, pero no sabían si este beneficio se debía al ejercicio en sí o a que las personas menos sedentarias son también las que mejor comen, menos fuman y llevan una vida, en general, más saludable.
Calculando los beneficios reales del ejercicio
Los investigadores de la Curtin University, en Perth (Australia), querían cuantificar cuáles son los beneficios que el ejercicio físico tiene sobre la salud cardiovascular con independencia de otro tipo de variables. Para ello han analizado el colesterol, la presión arterial y la envergadura abdominal de 8.662 mujeres y hombres australianos durante 50 años. Con estos datos los investigadores determinaron cuál era el riesgo que tenían de sufrir un infarto, usando la escala de riesgo de Framinghan y comparando los resultados con las rutinas de ejercicio que seguía cada persona.
Practicar ejercicio es al menos tan importante como tener la tensión, el colesterol y el peso en los niveles correctos. Los científicos descubrieron que, independientemente de los factores de riesgo, la gente sedentaria tenía el doble de posibilidades de morir de un problema cardiovascular que aquellos que practicaban algo de ejercicio y seis veces más que aquellos que practicaban ejercicio físico intenso con frecuencia.
Al cotejar todos los datos los investigadores observaron sorprendidos que, incluso las personas que tenían hipertensión, colesterol o sobrepeso (y puntuaban alto en el test de Framingham), si hacían ejercicio tenían menos posibilidades de morir que aquellas personas que, pese a obtener la misma puntuación, llevaban una vida sedentaria.
El estudio no sugiere que podemos olvidarnos de la tensión o la dieta si practicamos ejercicio, pero apunta que la actividad física es al menos tan importante como éstas. Entre los participantes del estudio, aquellas personas que caminaban con frecuencia vivieron 15 años más, de media, que aquellos que llevaban una vida plenamente sedentaria. 

LO QUE DECIMOS A TRAVÉS DE LA MIRADA, DESCRITO POR LA CIENCIA



Se dice que la cara es el espejo del alma y, si hay alguna parte que deba llevarse esa carga emocional, son sin duda los ojos. Más o menos expresivos, los ojos suelen delatarnos si estamos cansados o tristes, alegres o enfadados, enamorados o despechados. Han sido inspiración de canciones y poemas y se han caracterizado por la belleza que le otorgan al rostro. Los cerramos si queremos apagar el mundo y los mantenemos muy abiertos cuando no queremos que nada se nos escape. Los maquillamos, los ocultamos tras gafas de sol e incluso les cambiamos el color con unas lentillas.
Pero no son esas sus únicas funciones. Los ojos forman una parte crucial del lenguaje no verbal, y lo que expresamos con ellos es infinito. Así lo afirma Ronald E. Riggio, el profesor de liderazgo y organización psicológica del conocido hombre de negocios Henry R. Kravis, y antiguo profesor del Claremont McKenna College.
En un artículo publicado en Psychology Today afirma basarse en las investigaciones que hasta el momento ha llevado a cabo la ciencia para extraer algunos datos interesantes acerca del poder de la mirada y de lo que transmitimos gracias a ella. Sus conclusiones principales se resumen en cinco puntos.
1. El contacto visual excita
Mirar fijamente a los ojos de otra persona genera una reacción de excitación, aunque la interpretación de la misma varía según el contexto. Cuando nos mira un extraño durante mucho tiempo podemos verlo como una amenaza y experimentar miedo o angustia. Esta actitud es muy frecuente en los animales, que se sienten amenazados si un humano los observa fijamente a los ojos. Sin embargo, también es posible excitarse sexualmente gracias al contacto visual, e interpretarlo como una invitación a mantener relaciones sexuales.
2. Los ojos revelan la honestidad de una sonrisa
El psicólogo Paul Ekman ha distinguido entre las sonrisas que representan una felicidad genuina y las sonrisas falsas, utilizadas para fingir felicidad o para cubrir cualquier otra emoción. La clave para distinguir una de la otra es observar la mirada de la persona en cuestión. Cuando la sonrisa es honesta, los ojos se achinan y se generan patas de gallo en los extremos.
3. La dilatación de la pupila es signo de interés (y te hace parecer más atractivo)
Cuando la sonrisa es honesta, los ojos se achinan y se generan patas de gallo en los extremosComo explica Riggio, cuando algo nos interesa, nuestras pupilas se dilatan. Pero, además, esa dilatación nos hace parecer más sexys. El profesor cita un estudio en el que en una foto de una misma mujer se alteró artificialmente el tamaño de las pupilas. Se compararon ambas fotos, idénticas salvo por el tamaño de la dilatación, y aquellas que presentaban una mayor fueron calificadas como más atractivas que las que se mostraron con las pupilas de tamaño normal.
4. La mirada recíproca es un signo de amor
Las investigaciones que estudian temas relacionados con el amor y la atracción han concluido que el mirarse detenidamente y la observación mutua son casi garantía de que las personas implicadas están enamoradas.
5. El contacto visual da pie al engaño, aunque no del modo esperable
Normalmente, y como se ha dicho, el contacto visual y detener la mirada en algo suele ser signo de interés, amor, cariño o derivados. Así se ha dicho que un mentiroso no suele mirar a los ojos, y que esta es una característica fundamental de su lenguaje no verbal. Sin embargo, la investigación ha demostrado, según cuenta Riggio, que en realidad las personas con tendencia a mentir establecen un mayor contacto visual, ya que ponen más energía en intentar convencer a su interlocutor de algo que no es verdad. Quien dice la verdad, por el contrario, no necesita demostrar nada, y puede estar simplemente distraído si no nos está mirando.

“MUCHOS PRESOS TIENEN LAS MISMAS HABILIDADES QUE LOS EJECUTIVOS MÁS EXITOSOS”



“Cuando visité por primera vez una prisión me di cuenta de que mucha gente encarcelada tiene un fuerte potencial emprendedor y habilidades que podrían utilizar para sus propios negocios, así que empecé a preguntarme qué ocurriría si les diésemos la oportunidad de desarrollarlas”. De esta forma define la CEO de Defy Ventures, Catherine Rohr, su primera visita a una cárcel. Esta tuvo lugar en el año 2004 en Texas, después de que un amigo le invitase a comprobar de primera mano la vida de los reclusos.
Lo que vio a sus 26 años de edad cambió la vida de la franco-canadiense para siempre. Los presos eran también seres humanos, y no sólo eso, sino que su experiencia en el mundo de las drogas o el crimen organizado implicaba la posesión de ciertas cualidades semejantes a las del mundo de los negocios. “Comprobé que muchas de esas personas comparten la misma iniciativa que algunos de los ejecutivos más exitosos”, explica Rohr a El Confidencial.
Tuve que trabajar duro. Todo el mundo al que llamaba me cerraba sus puertas. Me decían que no se podía hacerEsta revelación le llevó a fundar en 2004 el Prison Enterpreneurship Program, que tenía como objetivo hacer llegar la educación de las Escuelas de Negocio a los presos. Rohr tomó dicha decisión tras seis años en una firma de capital riesgo, donde cobraba un buen sueldo, pero que no le llegaba a llenar. “Quise unir mis habilidades en los negocios con mi recién encontrada pasión por la lucha contra la injusticia, y para mí era el momento indicado”, explica la empresaria, que reconoce haber encontrado la fe a los 25 años, un acontecimiento que fue decisivo a la hora de poner en marcha PEP”.
Siete años después de la apertura de PEP y dos después de su dimisión como CEO, Rohr puso en marcha el proyecto que recupera la idea de aquella primera empresa, Defy Ventures, que oferta programas anuales a los reclusos que, bajo la tutela de un ejecutivo local, compiten para conseguir los 100.000 dólares necesarios para desarrollar sus negocios. Un programa apoyado por Ashoka, la organización sin ánimo de lucro que se encarga de respaldar el trabajo de 3.000 emprendedores sociales.
El estigma de la vida en prisión
La célebre frase de Francis Scott Fitzgerald decía que no existen las segundas partes en las vidas americanas, pero Rohr parece empeñada en llevarle la contraria. Sobre todo, en un país como Estados Unidos donde más de 2 millones de personas viven entre rejas y casi un tercio de la población tiene antecedentes criminales. “Mucha gente que ha estado en prisión pasa su vida avergonzada, ocultándose. Hay grandes problemas de reinserción, porque los presos viven siempre estigmatizados. Una vez salen a la calle, las oportunidades son muy limitadas, sigue habiendo una gran discriminación”.
Como decía recientemente Piper Kerman, autora de Orange Is the New Black, Rohr es muy crítica con la auténtica utilidad del sistema penitenciario estadounidense. “Se llama el sistema correccional, pero creo que no corrige nada. Si eso fuera verdad, las tasas de reincidencia no se encontrarían entre el 50 y el 70%”, explica. “Es algo que hace gastar mucho dinero a los contribuyentes: en Nueva York un convicto cuesta 167.000 dólares al año. Se gasta mucho dinero en encerrar a la gente sin rehabilitarla, y es muy difícil para los políticos que se aprueben fondos con ese objetivo”.
Además, la cárcel sigue siendo un tabú, por lo que la iniciativa de Rohr ha sido criticada por ayudar a aquellos que han violado las leyes. Pero Rohr recuerda que el sistema penitenciario, tal y como está planteado, no sólo perjudica a los presos, sino también a la sociedad en su conjunto: “Hay un importante coste que la sociedad está pagando”. La empresaria recuerda que, por ejemplo, los niños son también víctimas del fracaso de las políticas de reinserción. “El 70% de los niños cuyos padres están encarcelados seguirán sus pasos. Si no apoyamos a los padres, habrá una herencia de enclaustramiento, pobreza y violencia que recibirán sus descendientes”.
Sobreponiéndose a las dificultades
Rohr se encontró con serias dificultades durante las primeras fases del proyecto, pero logró superar todas ellas. Para empezar, su edad (27 años) era un importante obstáculo para que le tomasen en serio. “Tuve que trabajar duro. Todo el mundo al que llamaba me cerraba sus puertas. La gente era muy escéptica sobre mi motivación y mis habilidades. Me decían que no se podía hacer”. Pero, finalmente, lo consiguió, y PEP se convirtió en un exitoso proyecto.
Coss llegó a ganar dos millones de dólares vendiendo drogas, y tenía 15 empleados a su cargoAunque el reto más difícil de su carrera estaba aún por llegar. En 2009, admitió frente a la junta de PEP que había mantenido “relaciones inapropiadas” con cuatro de sus graduados, algo que contravenía gravemente las leyes, por lo que dimitió. Devastada, se vio obligada a renunciar al sueño de su vida. Pero pronto, la ayuda y el cariño de sus amigos le animaron a arrancar con Defy Ventures, un reto aún mayor que PEP. “Fue incluso más difícil, porque con PEP era mucho más inocente, lo cual me fue útil”.
“Cuando comencé con Defy, sabía los retos que tendría que afrontar, lo que me causó miedo y dudas”. Hoy en día, Rohr explica a sus alumnos lo más importante que aprendió de esos años oscuros: a aceptar el pasado. Pero el trabajo dio sus frutos, como demuestran las historias de Rob Lilly o Coss Marte.
De magnate de la droga o poderoso empresario
“Rob es uno de nuestros graduados. Cuando lo conocí, nos dijo que pertenecía a la tercera generación de presos. Él fue encarcelado por tráfico de drogas”, explica Rohr. “No tuvo un buen padre. Pero abrió una compañía de catering, y en ella contrató a otros compañeros para darles una oportunidad”. Como confiesa la empresaria, a Rob le va muy bien, y ella misma contrató sus servicios para su segunda boda.
Aún más sorprendente resulta la historia de Coss Marte. “En su adolescencia, llegó a ganar dos millones de dólares vendiendo drogas, y tenía 15 empleados a su cargo. Entró a los 19 años en la cárcel”, relata la empresaria. “Los médicos le dijeron que no le quedaban más de cinco años de vida por los problemas derivados de su sobrepeso. Así que diseñó su propio programa de entrenamiento con el que llegó a perder más de 30 kilos, y ayudó a otro recluso a hacer lo mismo”. Al salir de la cárcel, Marte fundó Coss Athletics, que cuenta entre sus clientes con trabajadores de Goldman Sachs, además de abrir un campo de entrenamiento donde ayuda a otros presos.
Gran parte de la energía e iniciativa que ha demostrado la joven (aún tiene 35 años) ha sido heredada de su padre, un inmigrante que llegó a Estados Unidos con apenas unos dólares en el bolsillo. “También fue empresario, y me he criado en una familia muy emprendedora. Me sentaba a la mesa a los 7 años, y me decía: ‘tienes 60 segundos para tener una nueva idea y defenderla’”. Por ello, no es de sorprender que antes de cumplir los 30, Rohr hubiese formado ya su propia empresa. “Nos criamos en una familia en la que se nos animó a crear nuestros propios caminos y a no seguir trayectos prefijados”.
Se requieren habilidades organizativas, así que tienes que hacer una buena red de contactosEs probable que próximamente, y con el aumento de la población mundial que vive encarcelada, se vean más iniciativas como Defy Ventures. ¿Qué recomienda a aquellos que deseen arrancar con un proyecto semejante? “En primer lugar, que aprendan todo lo que puedan sobre los programas que ya existen, para implementar todas las buenas ideas con las que se encuentren”, sugiere. “Se requieren habilidades organizativas, así que tienes que hacer una buena red de contactos y presentarte a los potenciales donantes, lo que es un trabajo muy duro. Si no eres capaz de convencer a la gente, lo vas a pasar mal”.