Si crees que tu incapacidad para concentrarte es algo irremediable, estás
equivocada/o. De acuerdo con un estudio realizado por investigadores de la
Universidad de California Santa Barbara, dos semanas de práctica de Mindfulness (o atención
plena) pueden mejorar significativamente tu comprensión lectora y tu capacidad
de concentración.
Esta investigación fue publicada recientemente en la revista Psychological Science.
“Lo que más me sorprendió fue la claridad de los
resultados”,
dijo Michael Mrazek, autor principal del estudio, “no hubiera sido raro
encontrar resultados contradictorios. Pero las conclusiones fueron muy
claras.”
Muchos psicólogos definen la atención como un
estado de no-distracción caracterizado por una relación plena con la tarea que
estamos realizando o con la situación en la que nos encontramos. Sin
embargo, nuestro día a día suele ser de todo menos consciente. Tenemos
tendencia a reproducir eventos pasados o a pensar en el futuro, como nuestros
planes para el fin de semana.
La mente distraída no es un problema serio en muchas
circunstancias, pero en las tareas que requieren atención, la capacidad para
mantener la concentración es fundamental.
Para investigar si el entrenamiento de la atención
plena puede reducir las divagaciones de la mente y de ese modo mejorar el
rendimiento, los científicos asignaron aleatoriamente a 48 estudiantes a dos
clases diferentes: en una clase se enseñaba la práctica de la atención
plena y en la otra clase se trataron temas fundamentales en la nutrición. Ambas
clases fueron impartidas por profesionales con amplia experiencia docente en
sus campos. Una semana antes de las clases, los estudiantes recibieron dos
pruebas relacionadas con la lectura y la concentración. En ellas semedía la
divagación de la mente.
Las clases de Mindfulness consistían en una
introducción conceptual y en una instrucción práctica sobre cómo practicar
la atención plena en la realización de tareas y en la vida cotidiana.
Mientras tanto, en la clase de nutrición se enseñaron estrategias para una
alimentación saludable.
Una semana después de que las clases terminaran, los
estudiantes fueron examinados de nuevo. Sus resultados indicaron que el
grupo que acudió a la clase de Mindfulness mejoró significativamente en las
pruebas realizadas. No se apreció ningún cambio en los estudiantes que
asistieron a las clases de nutrición.
“Esta investigación demuestra rigurosamente que la
atención plena puede reducir las divagaciones de la mente. Entrenar la
atención puede mejorar claramente las habilidades lectoras”, dijo Mrazek.
Mrazek y el resto del equipo de investigación están
examinando si los beneficios de la atención plena pueden ser extrapolados a un
completo programa de desarrollo personal, que también
apunte a la nutrición, el ejercicio, el sueño y las relaciones personales
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